miércoles, 7 de noviembre de 2007

El Caudillismo Campante y la Mente Mecánica:

Estamos en una etapa de inmadurez social: el consenso se logra haciendo las cosas como alguien dice o como un grupo quiere. A la mente común le cuesta reconocer los hechos escuetos, prefiere la ilusión en que vivía, la idea ficticia de que somos un país más civilizado. Pero en vez de negar el hecho contundente, el caudillismo campante, en vez de criticarlo y en vez de evadir esa realidad, lo sabio es aceptar que existe.

Tras la aceptación, se hace posible el trabajo de la inteligencia: entender el proceso, descubrir cómo se mueve, lograr que la etapa inmadura permanezca lo menos posible, ayudar a que evolucione hacia su contrario dialéctico.

La lucha es inmadura también: si gastas la energía peleando con el caudillo, lo obligas a replegarse en sí mismo, a usar las viejas armas de la barbarie, haces perdurar la etapa inmadura y te impides ayudar a que cese el fenómeno.

La mente mecánica te dirá que temas y ataques, pero con la mente mecánica no se llega a una sociedad diferente a la que tenemos. El trabajo de la mente vieja es perpetuarse, mantener la guerra, el juego autoritario de derecha o de izquierda, el cambio superficial, la dominación, el sufrimiento y la muerte perennes.

La mutación es la salida universal hacia una nueva sociedad.